MAR DEL PLATA.- En pleno desarrollo de otro fin de semana turístico fuerte, con intenso arribo de viajeros para pasar aquí sus días de descanso, maleteros que se desempeñan en la estación ferroautomotora local mantienen cortados los accesos a las dársenas por lo que el ascenso y descenso de pasajeros que viajan en ómnibus de larga distancia se está haciendo en la vía pública, sobre calles perimetrales.
La medida está vinculada con un reclamo de larga data para que se defina una relación de dependencia para 28 trabajadores encargados de cargar y descargar equipajes, todos ellos con únicos ingresos mediante propinas.
La protesta comenzó a las 5 de la madrugada, en coincidencia con la primera ola de servicios que llegan desde Capital Federal, y promete continuar hasta tanto llegue una propuesta que convenza y conforme a los manifestantes.
“Nos vamos a ir de acá solo con un acuerdo firmado en el ámbito del Ministerio de Trabajo o un compromiso claro de blanqueo de todos los compañeros”, afirmó a LA NACION el dirigente gremial Carlos Amodey, vocero de estos reclamos.
Es la segunda medida de fuerza de este tipo que se desarrolla desde el inicio del año. La anterior fue hace una semana, duró poco más de dos horas y se levantó por la intervención del municipio, que se ofreció a acercar a las partes.
Pero hasta el momento la situación no cambió y por eso los maleteros volvieron a interrumpir el paso de los ómnibus que deberían llegar o salir desde la terminal. Frente a esta situación, la alternativa para el ascenso y descenso de pasajeros es por calle 9 de Julio o Avenida Luro, en un contexto de desprolijidad ya que deben caminar más de 100 metros con sus valijas y quedar en medio del tránsito de automóviles por esas calles.
Amodey explicó que ya tuvieron nueve audiencias y no pudieron alcanzar un acuerdo. “El pliego de concesión de la terminal dice que se tiene que hacer cargo del personal la terminal, y desde la terminal dicen que es responsabilidad de las empresa de transporte”, remarcó.
Manifestó su preocupación porque hasta el momento los maleteros prestan servicios sin ningún tipo de cobertura social ni seguro. “Si pasa algo, quedan en la calle”, dijo. Pero por sobre todo lamentó que “no tienen un sueldo seguro, y les corresponde”.
Esperan ahora por la intervención de funcionarios provinciales o nacionales, al menos para que medien y avancen en un acercamiento de las partes. La medida de fuerza está generando trastornos y si bien se puede levantar en las próximas horas, todo indica que sin una solución de fondo se repetirá seguido durante esta temporada, aprovechando el impacto que tiene en medio del gran movimiento turístico que se da por aquí.