La Nación reiteró el tema y su situación de cómo un monumento histórico provincial puede desaparecer sepultado por la arena.
La antigua casita de la playa que supo ser el espacio elegido por el ex presidente Arturo Frondizi y su familia para vacacionar vuelve a ser noticia. Lo ha sido durante años en que cíclicamente los medios locales han tratado de alertar a las autoridades acerca de la necesidad de preservarla del avance del médano que amenaza sepultarla. Hoy la onda expansiva de la noticias incluye medios de tiraje nacional y es La Nación la que últimamente ha vuelto a darle más notoriedad a la situación.
“Ostende: La casa de Frondizi, construida en 1935, está a punto de quedar sepultada bajo un médano” es el título de la nota de Virginia Mejía publicada por el diario de la familia Mitre en su edición del 22 de junio.
“Es real, no ha sucedido todavía porque de forma privada y solidaria hemos estado atajando la situación porque sino el médano estaría arriba de la casa, literalmente”, asegura Mercedes Faggionato sobrina del ex mandatario.
“Lamentablemente es así, hay alguna conversación, de acuerdo a la nota que salió en La Nación, la vocera del municipio no manifiesta una decisión de resolver el tema, se está sobredimensionando la cuestión en relación a la arena misma, es verdad que se ha acumulado un montón de arena que hace peligrar literalmente la estructura de la casa pero no es una geoforma del mesozoico consolidada en no sé cuantas eras geológicas, el volumen de arena que hay que mover -que argumenta la vocera municipal – que sería un daño a la ecología y al frente marítimo, es un volumen menor al volumen que mueve un balneario de este barrio una vez por año antes de abrir. Hace tres años más o menos el municipio en una muy buena decisión destapó la rambla y ahora hay no se qué complicación en tirar esta arena o de diseñar algo para que esto no siga sucediendo, las cosas están a la vista, pueden venir y observar lo que está pasando”, dice a título introductorio.
Actualmente la Asociación Amigos de la Elenita, la familia Faggionato – Frondizi y algunos profesionales, en función a todo eso sin solución y sin respuestas están terminando de preparar un proyecto a ver si le parece factible a la secretaría el poder realizarlo. Tiene que tomar la decisión alguien que entienda la dinámica costera, que es imprevisible.
“No podemos ahora plantear ‘lo vamos a hacer con el conocimiento científico’ porque la parte de la geología que comprende al frente marítimo no es una ciencia exacta, esto es un territorio que está en constante movimiento y los actores que estamos dispuestos a resolver esta situación, no entendemos porque se dejó que está situación sucediera, y ni siquiera hay una onda de decir ‘mientras resolvemos el proyecto, bajamos un poquito de acá, subimos un poco de allá’ y vamos resolviendo la cuestión de urgencia. En un par de días podemos entregar a la secretaría el proyecto y esperamos que tengan la voluntad y la decisión de realizarlo. Además es interesante la relevancia que está tomando la casa a partir de estas notas y el contacto con las nuevas autoridades de Patrimonio de la provincia, se está diseñando un proyecto provincial que comprende las casas de 6 presidentes constitucionales, ahora se está trabajando en la declaratoria de una casa en Chascomús de Raúl Alfonsín y eso va a traer la mirada sobre Pinamar, yo no entiendo, en este momento, a pesar que supuestamente está prohibido el turismo y circula, parece temporada la cantidad de gente que viene a ver la casa, como otros atractivos no están abiertos o habilitados”, agrega.
Mercedes vuelve a ilusionarse, más por tratarse de una tarea accesible que por la actitud del estado. Sabe que además del desplazamiento de la arena habrá que hacer un monitoreo, un seguimiento, un enquinchado que haya que rectificar y se vaya haciendo.
“¿Qué pasaría si esta acumulación de arena estuviera sucediendo arriba de un balneario? O casi encima de La Rada, no se hubiera permitido que sucediera, se hubieran tomado las medidas antes. El volumen que se movió en la rambla es superior a este volumen, eso no lo entendemos” razona, compara y se lamenta por no haber recibido ni una mínima respuesta.