El día que Magallanes fue más importante que Colón

0
215

Bolívar a través de su Concejo Deliberante fue delineando el nombre de sus calles desde los primeros tiempos, luego del trazado de Rafael Hernández de las tan mentadas 16 por 16. Así quedaron muchos de los próceres de la Semana de Mayo y los que los sucedieron en las calles cercanas al parque “Las Acollaradas”. Extendida la ciudad hacia el norte y el sur, fueron apareciendo otros nombres. Hasta que alguien se acordó que al descubridor de América no se lo había recordado con una calle, y se lo nombró en una de las paralelas a la Avenida Tres de Febrero, ya en los barrios Melitona y Casariego.

Ahí atrás hay una mezcla poco criteriosa de los nombres de las calles. Vicente López debió estar más cerca del parque que de la ruta 226, sin embargo terminó allá. Y Simón Bolívar debió estar más al centro, y no escondida en esa parte de la ciudad poco transitada por los que no son bolivarenses o del barrio. Y para el final, allá contra la ruta, otro de los contemporáneos de Colón, Magallanes.

Muchos bolivarenses no sabían hasta ayer la existencia de una calle con ese nombre. Es más corta que el resto, está sobre la ruta y no tiene demasiada continuidad porque se corta por los lotes que todavía no están urbanizados en esa parte de la ciudad, lindera a la ruta 226. Cuando el municipio anunció que los residentes de los barrios del sur iban a poder esquivar el control de Calfucurá para ingresar por Magallanes, el nombre de la calle ingresó en el radar y en el GPS de todos.

La experiencia de la apertura de la calle Magallanes es diversa, de acuerdo al vecino con quien uno converse. Para algunos fue “la solución”, porque estaban cansados de los “chorros de agua todos los días y a cada rato”, en clara referencia al agua clorada con el que se desinfecta a los autos frente al Hospital.

Para otros, quizás porque fue el primer día, la experiencia fue traumática porque hubo que hacer cola igual, y en muchos casos ver cómo eran dos las colas, los que ingresaban como siempre por Calfucurá y los que ahora desviaban hacia Magallanes. Claro que no todos tuvieron la misma experiencia, hubo gente que resaltó que fue más rápido el ingreso por la nueva calle pese a todo.

En lo que muchos coincidieron fue en que la calle Olavarría tiene unos 100 metros de mejorado que jamás se pavimentaron, y que ya estaban golpeados ayer, en el primer día de la experiencia. Algunos consultados con un conocimiento mayor, dijeron que justo en ese sector de la Olavarría sin pavimentar como en la bajada de Magallenes a la ruta, cuando llueve se tornan intransitables porque hacia allí desemboca mucha cantidad de agua de otras calles que desaguan en ellas. Es decir, si llueve, todos por Calfucurá, no habrá muchas opciones.

Muy pocos casos; pero los hubo, manifestaron que puede ser riesgoso el ingreso por Magallanes si no se anda con todos los sentidos puestos en la conducción, ya que al continuar la rotonda uno queda en medio de la ruta hasta ingresar a la ciudad, conviviendo en esos metros con quienes pasar por la ciudad a través de la ruta 226 sin saber que allí se disminuye la velocidad porque hay un ingreso para residentes.

Fue acertado solicitar a aquel que aún no pudo descargar el permiso de la página oficial del municipio, un servicio de su domicilio, lo que le acredita su radicación en los barrios del sur de la ciudad. Quienes gestionaron el permiso recibieron en el ingreso por Magallanes una calcomanía que colocada en el vehículo debería servir para agilizar el tránsito por el lugar una vez que vayan pasando los días.

Fue una experiencia piloto que en el primer día recibió más aprobaciones que reprobaciones. Lógicamente que todo tiene que ver con 70 días de haber tenido que parar a que les tomaran la temperatura por más de una vez al día en muchos casos. A medida que avancen los días se podrá tener un examen más exhaustivo del resultado de la apertura de esa calle, que por todo lo que se reclamó en los últimos días, hizo que ayer la Magallanes fuera más importante que la Colón, situada a un par de cuadras de ella.