Buscaron los restos de Miguel Bru en un nuevo rastrillaje en Berisso

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El nuevo rastrillaje para hallar a Miguel Bru fue en Génova, 147 y 148. Lo ordenó el fiscal Marcelo Martini. El dato lo aportó un testigo de identidad reservada

La Justicia penal de La Plata ordenó un nuevo rastrillaje en la búsqueda del cuerpo de Miguel Bru, el estudiante de periodismo secuestrado y asesinado por efectivos policiales de la Comisaría Novena de la capital provincial el 17 de agosto de 1993.

Una fuente judicial explicó que el nuevo operativo se realizó a partir de datos aportados por un testigo de identidad reservada y ordenado por el fiscal Marcelo Martini que instruye la causa.

El predio rastrillado este martes está ubicado sobre la calle Génova entre 147 y 148, en la ciudad de Berisso.

Se trata de dos lotes, uno de los cuales posee una edificación que fue analizada por peritos para determinar si hubo movimientos de las estructuras.

En tanto, personal de Gendarmería trabajó con un Georadar en el terreno baldío donde se secuestraron algunos elementos que ahora van a ser sometidos a las pericias correspondientes, confió la fuente judicial.

En el operativo estuvieron los padres de Miguel, Rosa Schonfeld y Néstor Bru, además de integrantes de la Asociación Miguel Bru.

En un video que publicó por redes y que hizo en el lugar, Rosa Bru recordó que el de ayer fue el operativo 39 en la búsqueda de Miguel: “39 veces que dicen que acá puede estar Miguel”, apuntó.

Además, reiteró a los responsables de la desaparición que “hay una recompensa de entre un millón y medio y dos para que aporten datos, con reserva de identidad y con todos los cuidados para que no sepan quienes son”.

Miguel Bru, un estudiante de periodismo de 23 años, desapareció luego de denunciar a efectivos de la comisaría novena de La Plata por un allanamiento ilegal en su casa y ser amenazado y hostigado para que retirara esa acusación.

Según se acreditó en juicio, el joven fue secuestrado cerca de la localidad de Bavio, en el partido de La Plata, el 17 de agosto de 1993 y, mediante declaraciones de varios detenidos y pericias en el libro de guardia, se comprobó que fue ingresado en esa seccional entre las 19 y las 20, donde fue visto por última vez mientras era torturado.

En 1999, en un juicio oral y público, fueron condenados a prisión perpetua al exsubcomisario Walter Abrigo, quien murió en la cárcel; y el sargento Justo López, por el homicidio y desaparición; mientras que por encubrimiento fueron sentenciados el excomisario Domingo Ojeda y el exoficial Ramón Ceressetto.

Fuente: Infocielo