En una entrevista con C5N, Cristina Kirchner confirmó que será candidata por la Tercera Sección Electoral de la provincia de Buenos Aires, en una definición que reactiva las tensiones internas dentro del peronismo. “No es un problema de la legislatura bonaerense, es una problema de sentido común”, sostuvo la expresidenta, y agregó: “¿Alguien concibe que si al peronismo no le va bien en septiembre en el PBA, nos puede ir bien en octubre?”.
El foco de Cristina está puesto en defender la Provincia, el bastión histórico del peronismo. Recordó cómo en 2019, tras un difícil escenario con la derecha judicializando la política, logró construir una lista de unidad con actores clave (Sergio Massa, Axel Kicillof, Máximo Kirchner y Wado de Pedro) que les permitió ganar en primera vuelta. “No era fácil, esa derecha mafiosa me sentaba en la causa vialidad. La candidata natural iba a estar sentada durante meses. Cambiamos el escenario, fue una estrategia ganadora”, explicó. Para CFK, esa experiencia es la base para afrontar las elecciones de este año, en las que la unidad se vuelve clave frente a la fragmentación y la creciente presión de fuerzas opositoras.
“Estamos yendo a elecciones en 8 provincias que fueron elegidos los senadores con la boleta presidencial, estamos yendo a la mejor elección que hizo el peronismo desde 2015”, evaluó, pero advirtió que la división debilita y puede afectar no solo a la Provincia sino a todo el país. La decisión del gobernador Axel Kicillof de desdoblar la elección bonaerense, adelantándola al 7 de septiembre, abrió una grieta estratégica que Cristina pone en tensión con su candidatura, que podría nacionalizar el foco electoral.
Sobre el gobierno de Javier Milei, Cristina sostuvo que “es una derecha muy cruel y un tanto esotérica” que “llega sin un plan”, y destacó que las políticas neoliberales “exploran los peores sentimientos de la condición humana”, con un sistema económico y mediático que protege ese modelo. Pero advirtió que el principal desafío para el peronismo es “defender la política” ante un aparato judicial y mediático que, según ella, desató “un sistema de persecución y estigmatización” desde 2015.
“La unidad no presupone el triunfo, pero divididos es peor”, cerró la expresidenta, reafirmando que su candidatura apunta a fortalecer la defensa del peronismo en la provincia que concentra la mayor cantidad de votos y que define muchas veces el destino electoral nacional.
