Los aumentos no dan tregua. Desde este domingo, YPF volvió a ajustar los precios de sus combustibles en todo el país con una suba promedio del 2,5 por ciento. La medida impacta directamente en los bolsillos de los consumidores, que ya vienen soportando incrementos sostenidos desde el inicio del año.
La compañía justificó el aumento en “el seguimiento permanente de las principales variables que inciden en los costos de producción”, especialmente la variación del precio del crudo a nivel internacional. Sin embargo, el alza se enmarca también dentro de una nueva estrategia comercial que la firma estatal viene implementando desde hace algunos meses.
Según explicó en un comunicado, YPF continuará aplicando una política de “precios dinámicos”, lo que implica monitorear en tiempo real el comportamiento del mercado, permitiendo ajustes por zona, franja horaria y nivel de demanda. Esta metodología se sustenta en el reciente Centro de Monitoreo en Tiempo Real (RTIC), una herramienta que permite a la empresa tomar decisiones comerciales más rápidas y segmentadas.
Con esta nueva suba, el combustible suma presión sobre la inflación y se espera que las demás petroleras acompañen la decisión con sus propios aumentos en los próximos días.
