Un cura fue condenado a 30 años por violar a una adolescente, secuestrarla durante dos años y, obligarla a tener sexo con animales en la localidad bonaerense de Tapalqué.
La investigación empezó en 2013 cuando la víctima escapó del lugar donde Jorge Torres la mantenía cautiva y la entregaba para ser abusada desde diciembre de 2011. Los investigadores también determinaron que la golpeaba y mutilaba su cuerpo con un arma cortante.
El pastor había conocido a la víctima en una congregación de los Testigos de Jehová, donde comenzó a entablar un vínculo con ella. Logró manipularla y, en determinado momento, procedió a privarla de su libertad.
Durante un allanamiento a la casa del chacal, luego incendiada por vecinos, se incautó una computadora, celulares y marihuana.