En épocas de cuarentena una de las claves es adaptarse y tener paciencia, la cercanía no necesariamente física ayuda a comprender y ayudar a que ese frágil material que son los niños no se expongan.
La subsecretaria de Desarrollo Social, Carolina Llamazares, repasó parte de las actividades que se realizan en el área bajo su dirección aggiornadas a los días de cuarentena que nos tocan vivir por la pandemia.
“Es una buena oportunidad para compartir un poco las tareas que se vienen realizando hasta ahora después que ya han transcurridos muchos días y las instituciones de la municipalidad de Pinamar, que tienen que ver con el desarrollo de la primera infancia y la juventud, desde que se ha decretado esta cuarentena tuvieron que cerrar las puertas como el resto de las instituciones también educativas. Tuvimos que cerrar las puertas pero desde un comienzo la idea fue seguir estando cerca de las familias con nuevos dispositivos, de la forma que se pueda, semana a semana, que fue pasando el modo de estar cerca de todas las familias que son muchas las familias de las instituciones, alrededor de 170 entre las tres con muchos niños y niñas, entonces la idea era siempre seguir cerca a través de los equipos, ahora hay muchos dispositivos que nos permiten está cercanía, y estos últimos días viendo que por ahí la cosa se prorroga un poquito más, más allá de esta cercanía virtual que vamos teniendo, por ejemplo si festejábamos un cumpleaños en las instituciones poder acercarle a los chicos la torta que ellos tenían en las instituciones para que compartan con su familia, algún regalo, actividades didácticas durante la semana, juegos, le vamos encontrando la vuelta para seguir cerca a pesar de la distancia”, explicó.
El relato de la funcionaria hace que todo parezca más fácil no obstante ello todos extrañan, las docentes extrañan, los chicos extrañan, tanto a las docentes como a sus amigos así que tratan de estar un poco más cerca y hace que por lo menos ese día que es especial, como lo es el del cumpleaños, lo sea con la familia o con el grupo de convivencia, así que repiensan todos los días viendo cómo se van a ir adaptando a esta nueva normalidad de la que tanto hablamos.
“Es un gran desafío porque venimos todos los años pensando cómo nos adaptamos, qué podemos incorporar, que podemos aprender, que les podemos brindar, y de repente nos encontramos con este parate que nos hace un poco parar la pelota y arrancar de nuevo y encima pensando que trabajamos con una matrícula que debemos cuidar mucho que son los chicos, entonces no tenemos tiempo para detenernos tanto, hay que seguir. La responsabilidad de todos, desde el lugar que ocupamos, en este momento es la clave para salir de esta situación de emergencia que nos toca atravesar a todos pero es la responsabilidad de cada uno desde lo individual. (…) Los chicos son esponjas, enseguida incorporan y se adaptan, son los que primero nos enseñan a los adultos, por supuesto que saben adaptarse a la situación y es muy importante el mensaje que adultos tenemos que transmitirle, sin pánico, sin asustar, con tranquilidad, por eso es tan importante el trabajo de las instituciones; tenemos el trabajo de acompañar a las familias en la crianza que es un desafío en sí mismo para todos, es algo diario trabajar con las crianzas y todo el tiempo formarnos, rodearnos de profesionales que nos acompañen como mamá, como papá, como adultos responsables es un desafío”, detalla con minuciosidad.
Si los chicos son esponjas, esta aptitud es propicia para el aprendizaje y la adaptación ante las nuevas situaciones que pueden ser tanto positivas o no. Al respecto dice: “Cuando hay alguna situación de vulnerabilidad también es una tarea importante que no debemos descuidar, sobre todo en este tiempo de cuarentena que cuando sucede algo no estamos tan cerca para detectarlo”.
