WASHINGTON.- La Argentina se abstuvo de condenar en una votación en la Organización de Estados Americanos ( OEA ) a la ofensiva del régimen de Nicolás Maduro contra la Asamblea Nacional en Venezuela , que buscó impedir la reelección del presidente Encargado, Juan Guaidó , al frente del parlamento.
El Consejo Permanente de la OEA aprobó una resolución que condena “el uso de la fuerza y tácticas intimidantes por parte del régimen de Nicolás Maduro para obstruir el libre acceso de los diputados de la Asamblea Nacional” ocurrida el pasado 5 de enero, en una sesión en la cual estaba previsto que se votará la reelección de Guaidó.
La resolución fue aprobada por 20 de los 34 miembros activos del Consejo Permanente. La Argentina se abstuvo junto con México, Uruguay, Barbados, Belice, Granada, Guyana y Trinidad y Tobago. La iniciativa también “saluda” la reelección de Guaidó, y renueva el llamado al “al pronto retorno de la democracia en Venezuela”.
Luego del golpe parlamentario de Maduro, Guaidó fue ratificado como jefe parlamentario el domingo pasado por 100 de los 167 miembros de la Asamblea Nacional, en una votación que tuvo que realizarse en la sede de un periódico porque el régimen de Maduro prohibió el ingreso de los legisladores opositores al Palacio Legislativo.
El gobierno de Alberto Fernández decidió desmarcarse de la condena que emitió el Grupo de Lima y difundió un comunicado propio, un contundente giro respecto del férreo alineamiento que había marcado el gobierno de Mauricio Macri con el grupo regional, que respalda sin fisuras a Guaidó.
Hoy, con su abstención en la OEA, el gobierno de Fernández ratificó su alineamiento con México y Uruguay, aliados regionales del régimen de Maduro, que impulsan una negociación política para zanjar la crisis en la nación caribeña. Estados Unidos, que se mueve en sintonía con el Grupo de Lima, cambió su estrategia esta semana al avalar por primera vez una “transición negociada”.
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El gobierno de Fernández rechazó a través de un comunicado de la Cancillería el “hostigamiento” del régimen de Maduro contra la oposición, una postura que fue recibida con beneplácito por Estados Unidos. La idea central del Gobierno es fortalecer una “tercera vía” en política exterior, alineado con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador en México y “en sintonía” con Estados Unidos, pero sin “pedir permiso” a la principal potencia mundial.